Día 2: Munich

A las 9 iniciamos la jornada, primero desayunamos en un horno cercano y ya nos pusimos en marcha.

El billete que sirve para moverte por el todo el día en todos los transportes públicos, y además sirve para 5 personas, se llama: Partner Tageskarte 1 Tag Innenraum. Precio 9 €. Aunque seas 2 personas este billete también sale rentable. Y también, sólo se valida la primera vez de su uso y ya está.

Primero fuimos a Hauptabanhof (la Estación Central) para localizar lo del alquiler del coche, ya que al día siguiente iríamos con las maletas y así ya íbamos directos; fue una buena idea, ya que nos costó un poco encontrar la oficina.

Y luego ya desde allí nuevamente al ALLIANZ ARENA, ya que queríamos hacer la visita guiada. Habían tres visitas al día 10:15, 11 y 13 (esta última en inglés), como fuimos rápidos pudimos llegar a la primera, la de las 10:15. La visita es bastante completa, te enseñan: las gradas, la grada VIP, los restaurantes, los vestuarios, el túnel y la zona de prensa. La duración de la visita es de 1’15 horas y el precio 10 €. De la visita no nos enteramos mucho porque fue en alemán, aunque al final de la visita encontramos una mujer que iba con su familia, ella era sudamericana y sabía alemán, así que aprovechamos la traducción que le hacía a su familia. Después alguna compra y volvímos al centro.



Como este día había poco que hacer, fuimos al centro para callejear un poco, y nos acercamos a la Cervecería Hofbräuhaus, para echarle una fotillo de día; ya que de noche tampoco estaba muy iluminada.


Luego ya pusimos rumbo a OLYMPIAPARK, y aunque el día era caluroso como el de ayer, al ser una zona ajardinada por allí se estaba bien.


Fuimos directos a la TORRE, subimos a su terraza panorámica desde donde se observa la ciudad, pero sobre todo la zona de Olympiapark. Precio 4’5 €. Nuestra intención era comer en el Restaurante 181, que esta arriba de la Torre, ya que habíamos visto en internet la carta y no tenía malos precios, pero nos quedamos con las ganas ya que ese día estaba cerrado al público.


Así que comimos unas salchichas en una terracita y luego nos tumbamos en el césped. Pasada la morriña de después de comer dimos un paseo. Por la tarde íbamos a asistir a un concierto de Bruce Springsteen; previamente habíamos comprado las entradas por internet, aunque fue en una página alemana fue muy fácil comprarlas, y unos días después nos llegaron por mensajero a casa.


Nos fuimos acercando a la puerta de entrada, antes de abrir puertas había una tormenta bastante cerca y se empezó a levantar un viento que hacia pensar en lo peor, pero afortunadamente se quedó ahí.

Ya nos fuimos hacia nuestras localidades a ver que tal, llegamos y estaban bien algo altas pero bien, como aun quedaba bastante nos fuimos a dar una vuelta y tomarnos una cervecita tranquilamente paseando. Por cierto aquí dentro también usaban el sistema del euro de depósito por la jarra, y eso que eran de plástico.

El concierto era a las 19:30 y comenzó cerca de 45 minutos tarde, cosa que no me extraña porque a esas horas caía un sol de impresión en el escenario, cuando comenzó todavía quedaba sol pero ya menos, y la verdad es que un concierto de este tipo sin la oscuridad de la noche y sus luces pues no es lo mismo. Como suele ser normal en Bruce el concierto duró casi 3 horas.

Al finalizar fuimos directos al metro, y fue llegar y pillarlo, íbamos algo apretados pero tampoco mucho. Después del metro teníamos que coger el tranvía para llegar al hotel, pero nos equivocamos 2 veces, una de número y otra de dirección, así que como vimos que no era nuestra noche buscamos un taxi y tuvimos suerte, ya que en pocos minutos pasó uno. Llegamos al hotel, y con lo cansados que estábamos ni cenamos, entre arreglar maleta, descargar fotos y duchas, se nos hizo la 1 de la madrugada. Menos mal que el concierto había comenzado pronto.

Y mañana ya cogemos el coche, rumbo a Salzburgo.

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