Ruta

Aunque llegamos a Munich la ruta que hicimos transcurrió por Austria. En total 13 noches y 1.800 kilómetros, sólo hubo un día más cargado de kilómetros, que fue cuando fuimos de Munich a Salzburgo, luego las distancias ya fueron más cortas. Para no tener que recorrer grandes distancias estuvimos alojados en 7 sitios diferentes entre hoteles y casas rurales, que las repartimos de la siguiente forma: 2 noches en Munich, 2 noches en Salzburgo, 2 noches en Hallstatt, 2 noches en Berchtesgaden, 2 noches en la zona de Mayrhofen, 2 noches en la zona del Oetztal y 1 noche en Innsbruk.

Al final del relato encontrareis los enlaces que utilizamos papa la preparación de este viaje.

Fechas: 1 al 14 de julio de 2009.

Ruta del viaje:
Día 1: viaje y Munich.
Día 2: Munich.
Día 3: Mauthasen y Salzburgo.
Día 4: Salzburgo.
Día 5: Sankt Gilgen y Hallstatt.
Día 6: Hallstatt y Gosausee.
Día 7: Obertraun y Berchtesgaden.
Día 8: Berchtesgaden.
Día 9: Liechtesteinklam, Mayrhofen, Zemmtral.
Día 10: Jenbach y Hintertux.
Día 11: Timmelsjoch, Vent, Piburger y Oetz.
Día 12: Kaunertal y Stuibaifalls.
Día 13: Innsbruck.
Día 14: Mittenwald y vuelta a casa.

Día 1: Munich

Qué alegría me da llegar a la zona de salidas del aeropuerto, vamos a facturar (ayer sacamos las tarjetas de embarque en casa) algo moscas con el tema del peso de las maletas porque llevamos una para los dos que estaba al límite de los 20 kg, y una de mano que pesaba unos 8 kg (el peso autorizado por Spanair son 6 kg, que ya les vale para no ser bajo coste), pero hay suerte y no tenemos que sacar nada de las maletas.

La salida era a las 7:50, pero al facturar ya nos dijeron que tenía un retraso de 15 minutos por mal tiempo en Munich. Al final salió casi en hora y llegó a su hora prevista 10:20. Durante el camino estábamos pensando, que mala suerte que el primer día tengamos mal tiempo; pero al llegar, de mal tiempo tenía poco, sol brillante y muy pocas nubes.

Recogida de maleta y hacia el tren. Llevábamos bien estudiado el billete que teníamos que comprar y que tren coger, aunque las máquinas suelen estar en alemán e inglés, son bastante fáciles de usar.

El billete que sirve para ir desde el aeropuerto al centro y para moverte todo el día en todos los transportes públicos, y además sirve para 5 personas, se llama: Partner Tageskarte 1 Tag Gesamtetz. Precio 18 €. Aunque seas 2 personas este billete sale rentable. Importante, solo se valida la primera vez de su uso y ya está.

Hay dos líneas que llegan al centro S1 y S8, es un andén compartido, la S1 (que era la que a nosotros nos interesaba) a la derecha y la S8 a la izquierda; aquí empezamos a ver algo que es común en la mayoría de estaciones de la ciudad, y es que el andén está divido en zonas A, B y C, y en el cartel informativo de horarios te pone como 3 vagoncitos y ves si van a venir los 3 o sólo 2; evidentemente si te pones en el sector B no fallas, pero los andenes son muuuy largos. La duración del trayecto son 45 minutos.

Nuestra parada de metro era Donnersbergerbrücke, y de allí al hotel cargados con las maletas llegamos en menos de 10 minutos, encontramos el hotel rápidamente, dejamos las maletas y al tranvía para ir al centro.

Empezamos por el epicentro de la ciudad, MARIENPLATZ, la plaza es muy bonita, allí está el ayuntamiento nuevo y el viejo. Lo más destacable de esta plaza es el NEUES RATHAUS [Ayuntamiento nuevo] de estilo gótico. Tiene un carillón [Glockenspiel], con muñequitos que bailan, muy recomendable para ver; parece que se pueden ver a las 11, 12 y 17; lo que pasa que a nosotros no nos cuadró ninguna hora. Al otro lado de la plaza está el ALTES RATHAUS [Ayuntamiento antiguo].



Después nos fuimos hacia FRAUNKIRCHE [Catedral], que tenía una de sus torres en obras.

Luego volvimos de nuevo hacia Marienplatz, para ir a PETERSKIRCHE [Iglesia de San Pedro], y como el día estaba despejado subimos hasta su torre, desde donde se tienen unas fantásticas vistas de la ciudad. Recomendable. Precio: 1'5 €. Horario de la torre: 10 a 18.



Y después fuimos al VIKTUALIENMARKT [mercado] para dar una vuelta por sus puestos de todo tipo, también se puede comer y tomar algo; cerca hay una especie de poste que se llama "árbol de mayo".

Tras esta pequeña ruta, en la que todo queda muy cerca, ya iba siendo hora de comer, entre otras cosas porque eran más de las 2 y aun no controlábamos el tema de los horarios. Yo estaba un poco cansada y no me apetecía hacer experimentos con la comida bávara, así que fuimos a una pizzería.

Después de comer fuimos paseando hasta la RESIDENZ, para su visita está divida en 3 sectores y cada uno tiene su ticket. Residenz 6 €, abierto de 9 a 18. Treasury 6 €, abierto de 9 a 18, y Theater Cuvillies 3 € abierto de 14 a 18. También existe un ticket para todo que vale 11 €, que es el que nosotros pillamos. Lo más destacable de la Residenz es el Antiquarium, una sala muy bonita. Y tampoco estaba mal el Teatro Cuvillies. Después hicimos una breve parada en el Hofgarten, que es el jardín de la Residenz, y de admisión libre.

ANTIQUARIUM

Pero nuestro destino era ENGLISHCHER GARTEN, el Jardín Inglés es un enorme espacio recreativo, pero lo más destacable es la Chinesischer Turm [Torre China] con su enorme Biergarten (que por si alguno no lo sabe son terrazas al aire libre para comer y sobre todo, beber cerveza). Evidentemente hicimos parada, que además fue muy agradable, se estaba fresquito y había música bávara ambientando la terraza. Las jarras de medio litro valían 3'60 €, y al pagar te cobraban 1 € más y te daban una ficha, que es como una fianza; y luego al devolver la jarra y la ficha, te devuelven la pequeña fianza.


Para volver al centro cogimos el tranvía en Tivoli, está parada está muy cerca y es una buena opción si se quiere llegar directamente a la cervecería.

Como a las 6 de la tarde cierra todo, nos dedicamos un rato a hacer una pequeña ruta en el centro subiendo y bajando de algunos tranvías; en uno de ellos tuvimos un pequeño lapsus y es que los tranvías tienen una parada que se llama Marienplatz pero no es la misma que la Marienplatz del metro.

Para acabar la tarde nos fuimos con el metro al ALLIANZ ARENA, que es el campo de fútbol de la ciudad, el trayecto del centro al estadio son algo más de 30 minutos. Allí estuvimos un rato haciendo fotos y esperando que aquello se iluminara, pero nos cansamos de esperar, y emprendimos el camino de vuelta hacia la estación, que aunque estaba al lado eran 10 minutos. Una vez en la estación vimos que se iluminaba, pero decidimos no volver hacia atrás porque se nos hubieran hecho las 11 de la noche, y ya hubiera sido demasiado tarde para cenar.


Cenamos como teníamos previsto en la famosa cervecería HOFBRÄUHAUS, buen ambiente y con música bávara en directo. Para cenar yo me decante por las famosas salchichas de la zona Münchner Weißwürste, que no están mal, lo que pasa que son blancas y el color resulta un poco raro, iban con un hermoso pretzel que estaba un rato salado, y Alfredo se pidió algo de carne; él se pidió la jarra de litro, y yo me pedí la de medio litro. En internet habiamos visto la carta (en alemán e inglés) y ya teníamos una idea de las especialidades alemanas. Por cierto su hora de cierre eran las 23:30 horas.


Después vuelta hacia el hotel en tranvía, al llegar al hotel primero recuperamos nuestras maletas que las tenían en consigna e hicimos el check-in a la 23:45; por la mañana ya habíamos avisado que volveríamos tarde.

Recomendaciones para el transporte:
- Buena red de de transporte, con el tranvía, metro (líneas denominadas U) y cercanías (líneas denominadas S).
- Los billetes si te sabes el nombre es muy fácil, sino costaría un poco más, aunque las máquinas están en alemán e inglés, te puedes apañar.
- En las estaciones suelen circular todas las líneas por las mismas vías, pero está todo muy bien indicado.
- El andén está dividido en A, B, C; para indicarte cuantas unidades del tren vienen; que normalmente son dos y en horas punta tres.

Día 2: Munich

A las 9 iniciamos la jornada, primero desayunamos en un horno cercano y ya nos pusimos en marcha.

El billete que sirve para moverte por el todo el día en todos los transportes públicos, y además sirve para 5 personas, se llama: Partner Tageskarte 1 Tag Innenraum. Precio 9 €. Aunque seas 2 personas este billete también sale rentable. Y también, sólo se valida la primera vez de su uso y ya está.

Primero fuimos a Hauptabanhof (la Estación Central) para localizar lo del alquiler del coche, ya que al día siguiente iríamos con las maletas y así ya íbamos directos; fue una buena idea, ya que nos costó un poco encontrar la oficina.

Y luego ya desde allí nuevamente al ALLIANZ ARENA, ya que queríamos hacer la visita guiada. Habían tres visitas al día 10:15, 11 y 13 (esta última en inglés), como fuimos rápidos pudimos llegar a la primera, la de las 10:15. La visita es bastante completa, te enseñan: las gradas, la grada VIP, los restaurantes, los vestuarios, el túnel y la zona de prensa. La duración de la visita es de 1’15 horas y el precio 10 €. De la visita no nos enteramos mucho porque fue en alemán, aunque al final de la visita encontramos una mujer que iba con su familia, ella era sudamericana y sabía alemán, así que aprovechamos la traducción que le hacía a su familia. Después alguna compra y volvímos al centro.



Como este día había poco que hacer, fuimos al centro para callejear un poco, y nos acercamos a la Cervecería Hofbräuhaus, para echarle una fotillo de día; ya que de noche tampoco estaba muy iluminada.


Luego ya pusimos rumbo a OLYMPIAPARK, y aunque el día era caluroso como el de ayer, al ser una zona ajardinada por allí se estaba bien.


Fuimos directos a la TORRE, subimos a su terraza panorámica desde donde se observa la ciudad, pero sobre todo la zona de Olympiapark. Precio 4’5 €. Nuestra intención era comer en el Restaurante 181, que esta arriba de la Torre, ya que habíamos visto en internet la carta y no tenía malos precios, pero nos quedamos con las ganas ya que ese día estaba cerrado al público.


Así que comimos unas salchichas en una terracita y luego nos tumbamos en el césped. Pasada la morriña de después de comer dimos un paseo. Por la tarde íbamos a asistir a un concierto de Bruce Springsteen; previamente habíamos comprado las entradas por internet, aunque fue en una página alemana fue muy fácil comprarlas, y unos días después nos llegaron por mensajero a casa.


Nos fuimos acercando a la puerta de entrada, antes de abrir puertas había una tormenta bastante cerca y se empezó a levantar un viento que hacia pensar en lo peor, pero afortunadamente se quedó ahí.

Ya nos fuimos hacia nuestras localidades a ver que tal, llegamos y estaban bien algo altas pero bien, como aun quedaba bastante nos fuimos a dar una vuelta y tomarnos una cervecita tranquilamente paseando. Por cierto aquí dentro también usaban el sistema del euro de depósito por la jarra, y eso que eran de plástico.

El concierto era a las 19:30 y comenzó cerca de 45 minutos tarde, cosa que no me extraña porque a esas horas caía un sol de impresión en el escenario, cuando comenzó todavía quedaba sol pero ya menos, y la verdad es que un concierto de este tipo sin la oscuridad de la noche y sus luces pues no es lo mismo. Como suele ser normal en Bruce el concierto duró casi 3 horas.

Al finalizar fuimos directos al metro, y fue llegar y pillarlo, íbamos algo apretados pero tampoco mucho. Después del metro teníamos que coger el tranvía para llegar al hotel, pero nos equivocamos 2 veces, una de número y otra de dirección, así que como vimos que no era nuestra noche buscamos un taxi y tuvimos suerte, ya que en pocos minutos pasó uno. Llegamos al hotel, y con lo cansados que estábamos ni cenamos, entre arreglar maleta, descargar fotos y duchas, se nos hizo la 1 de la madrugada. Menos mal que el concierto había comenzado pronto.

Y mañana ya cogemos el coche, rumbo a Salzburgo.

Día 3: Salzburgo

Ruta: Mauthasen y Salzburgo (465 km.)

Conseguimos levantarnos a la hora prevista, desayunamos, bajamos ya con todas las cosas, check-out rápido, tranvía y a la Estación Central.

Ayer habíamos localizado la zona de alquileres de coches, para así ir más rápidos, antes compramos unos bollos y unos zumos para desayunar, y unos sándwiches para comer, porque no teníamos muy claro donde nos pillaría.

A las 8’30 ya estábamos en Sixt, nos atendieron rápidamente, fue una ventaja que la chica hablara algo de español; el parking de los coches de alquiler, se encontraba a un par de calles. El coche era un Mercedes Clase A 180 CDI, mira que suerte si era diesel y todo, era bastante nuevo, ya que tenía 14.000 km; y automático como habíamos pedido (es que desde que fuimos a Usa nos encantó lo del cambio automático).

Al salir del parking paramos para que el GPS cogiera cobertura, nuestro GPS es una PDA con un programa que se llama IGO versión 8.3 que nos gusta mucho, a partir de ahora llamaremos al GPS, Esmeralda (que es el nombre de la voz) o más familiarmente “Esme”. Cogió cobertura enseguida, y pusimos rumbo a Mauthasen (habíamos buscado el punto en el Google Earth); al principio Esme se volvió un poco loca con las indicaciones, pero se recuperó y nos sacó pronto de la ciudad. Hay que decir que como no nos acabamos de fiar nunca de la tecnología, llevamos el clásico mapa de Michelín y algunas rutas de internet impresas; por si acaso.

Por delante tenemos unas 3 horas, como siempre el primero en coger el coche es Alfredo. Paramos a comprar la viñeta, pero mientras íbamos conduciendo veíamos que aparentemente tenía una, pero no era como yo pensaba. Paramos en un área de servicio con venta de viñetas, fáciles de identificar porque tienen un cartel indicativo, y sino además justo antes de la frontera hay una caseta de venta de viñetas. Bueno pues al bajar del coche y mirar la viñeta, no veíamos la fecha, solo veíamos 09 y bajo ponía algo, que tras recurrir al diccionario, vimos que significaba año. La verdad es que coche era matricula de Austria, con lo cual llevaba su viñeta anual; así que nos íbamos a ahorrar 15 euros, ya que su precio son 7’70 para 10 días y nosotros hubiéramos comprado 2. Su nombre en alemán es: vignette.

El viaje se nos hizo algo pesado porque encontramos un montón de obras, en las que la velocidad era de 80, así que se nos ralentizó la marcha bastante, llegamos pasada la 1 a Mauthasen, hay que decir que nos costó bastante encontrarlo porque el punto GPS que llevábamos no era el correcto y como ya habíamos leído las señales escasean bastante, la pista la dan las letras KZ que es la abreviatura de Konzentrationslagern o sea Campo de Concentración; pero a pesar de todo al final llegamos. Aquí pongo el punto GPS que está guardado en el parking (N 48.25546º E 14.50181º), por si le sirve a alguien.

MAUTHASEN

Horario: 9 a 17’30. Precio: 2 €. Precio parking: tipo hora.

También nos compramos la guía en español que son 4 €, porque sino hacer la visita sin leer nada en español, pues como que uno no se entera mucho.

A esas horas hacía bastante calor, pero bueno como ibas entrando en sitios con sombra se estaba bien y además había poca gente. La visita la hicimos aproximadamente en 1 hora, no somos de entretenernos mucho y también había un campo que estaba cerrado.

Al organizar el viaje y la ruta, yo me empeñe en poner esto al principio del viaje y no al final, porque no quería llevarme la imagen de esto de recuerdo; yo soy una persona muy impresionable, y aquí no se si es porque ya iba muy mentalizada o por tantas películas que hemos visto, no me afectó.

Después cogimos carretera dirección SALZBURGO, sólo teníamos 1’30 horas de carretera, pero ya era hora de comer y había hambre, así que cuando encontramos un área de servicio y con sombra (imprescindible en ese momento) nos comimos los sándwiches que habíamos comprado por la mañana.

Continuamos directos a Salzburgo, que nos recibió con algo de lluvia, fuimos directos al hotel, dejamos las maletas y fuimos a dejar el coche en un parking cercano, volvimos al hotel a descansar un poco e instalarnos. Mientras paró de llover, así que rápidamente salimos a la calle.

Ya teníamos planos y prácticamente toda la información necesaria, así que ni necesitábamos ir a Turismo (que además a esas horas ya habría cerrado). Empezamos por lo que teníamos cerca del hotel y luego ya cruzamos el río.

KAPUZINERBERG

Iglesia y Monasterio de los Capuchinos, desde allí hay muy buenas vistas de la ciudad y su fortaleza, se sube a pie por unas escaleras. Merece la pena.


CONVENTO NONNBERG

Aquí se filmaron algunas escenas de “Sonrisas y lágrimas”, queríamos acercarnos a visitarlo aunque solo fuera por fuera, pero al final se nos olvidó; sólo lo vimos desde lejos.

MIRABELL GARDENS

Jardines de visita obligada en la ciudad, es un pequeño paseo muy agradable. Muy recomendable.


Luego aprovechando que se había quedado una buena tarde, dimos un paseo por la orilla del río; cruzamos por el puente Müllnersteg, que es desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.


Después callejeamos un poco por el centro, nos tomamos una cervecita y nos fuimos paseando hasta donde íbamos a cenar, que sobre el plano parecía algo más lejano, pero es que el centro de la ciudad es muy pequeño. La calle Getreidegasse con sus carteles es una preciosidad.



AGUSTINER BRÄU

Esta cervecería se encuentra en el interior de un Monasterio de monjes agustinos, y es un lugar muy curioso. Por una parte te compras la comida, y luego para la cerveza te coges la jarra de la estantería, te la enjuagas en una fuente, la pagas y luego ya te la llenan. El sitio es súper agradable, muy típico para las gentes de la ciudad, ya que igual veías grupos de gente joven tomándose cervezas, como familias cenando con sus tupers, y por supuesto algún que otro turista pero no muchos. Hora de cierre 23 horas.


Después de la cena y como ya habíamos visto que las distancias no eran grandes, y además no llovía, volvimos paseando al hotel, y por supuesto aprovechamos para hacer alguna foto nocturna. El paseo fue de unos 15 minutos.

Al poco de llegar al hotel se puso a llover, y ya nos acostamos a una hora más normal que ayer, y pudimos descansar.

Día 4: Salzburgo

Sobre las 9 salimos del hotel directos a la fortaleza, sólo era un paseo de unos 15 minutos.

HOHENSALZBURG FORTRESS

La fortaleza esta situada en la colina Mönchsberg y se sube en funicular. Es una de las fortalezas medievales más grandes y mejor conservadas de Europa. Las visitas se realizan con audio guía, pero en grupos controlados. La Torre del Vigía tiene las mejores vistas, ya que puedes ver Salzburgo desde todos los ángulos. Horario Fortaleza: 9 a 19. Horario Funicular: 9 a 22. Gratis con SalzburgCard.

CATACOMS ST.PETER

Esta iglesia se encuentra a los pies de la montaña y prácticamente al lado del Funicular de la Fortaleza. Su cementerio es bastante bonito, del estilo de la zona. Sus catacumbas excavadas en la montaña, sin ser gran cosa no están mal. Horario: 10’30 a 17. Gratis con SalzburgCard.

Después fuimos a la calle principal (Getreidegasse) para hacer algunas compras, antes de que nos despistáramos y nos cerraran los comercios.

De allí fuimos al Festival Halls, pero el patio donde se hacen las actuaciones, vamos lo que sale en la película “Sonrisas y lagrimas” nos dicen que esta cerrado, así que no entramos. Aquí eran visitas guiadas a las 14 y 15’30 horas. Con la Tarjeta también era gratis.

Después empezó a llover y se cogió bastante fuerte, pudimos refugiarnos en un techadito, y mientras sacamos paraguas y chubasqueros, pensamos el plan a seguir. Así que nos fuimos hacia un par de sitios que aunque no nos decían mucho, eran lugares cerrados. Decidimos ir a la Residencia y la Catedral.

La Residenz es un palacio residencial más, que para un rato y más si llueve está bien. Horario: 10 a 17. Gratis con SalzburgCard.

Prácticamente ya habíamos visto la ciudad, así que nos fuimos a coger el ticket del barco, porque como queríamos el paseo de las 7 de la tarde y era el ultimo, no queríamos quedáramos sin el. Y para comer, elegimos un restaurante italiano en la calle principal (Getreidegasse).

Como al salir de comer seguía lloviendo, y la ciudad ya estaba vista prácticamente, nos fuimos al hotel a echarnos una siesta.

Sobre las 6 salimos de nuevo, la tarde había cambiado completamente, no sólo había dejado de llover sino que había salido el sol, así que fuimos a dar un paseo por el río.



SALZACH CRUISE

El paseo no es nada del otro mundo, ya que Salzburgo es muy pequeño y el barco no tiene mucha distancia a recorrer, y bueno desde el barco tampoco se ve nada que no hayas visto desde otros sitios. Pero está bien porque es un paseo relajadito. Al final el capitán hace un par trompos en ambos sentidos que son bastante divertidos. El paseo dura alrededor de 45 minutos. Horario: 11 a 19, prácticamente todas la horas. Gratis con SalzburgCard.

MÖNCHSBERGLIFT

Es un ascensor que te lleva al Museo de Arte Moderno, pero como no somos muy de museos y menos de arte moderno, disfrutamos de las vistas, que sí merecen la pena. Muy recomendable. Horario: 8 a 1 madrugada. Gratis con SalzburgCard.


Y con esto ya dábamos por vista la ciudad, así que a tomarnos una cervecita y luego una cena ligera.

Para rematar la noche fuimos al Hotel Sacher, a por su famosa tarta Sacher, como era de esperar es cara pero la verdad es que está muy buena, y el Café también es muy bonito, de un estilo antiguo. Abierto hasta medianoche.


Últimas fotos nocturnas para despedirnos de la ciudad, y al hotel, con el ritual de todas la noches, descarga de fotos, carga de aparatos, un poco de tele y a dormir.


Día 5: Hallstatt

Ruta: Sankt Gilgen y Hallstatt (80 km.)

Tras el desayuno, cogimos rápidamente las cosas y fuimos al parking que lo teníamos a un par de minutos; salimos fuera para esperar a que Esme pillara cobertura y nos pusimos en marcha dirección Sankt Gilgen, al ser domingo el tráfico estaba muy tranquilo. Solo teníamos 40 minutos hasta nuestro destino.

SANKT GILGEN

Aparcamos en el primer parking que vimos, funcionaba tipo hora y valía para todo el día 3 €, dimos un paseito para situarnos, y luego como el día estaba despejado nos fuimos hacia el teleférico.

SEILBAHN

Sube a la montaña Zwölferhorn (1.552 m.), desde la cima hay muy buenas vistas, y se divisa a lo lejos Sankt Gilgen. Arriba hacía mucho sol, pero el viento era algo fresquito, dimos un paseo y luego nos tomamos algo antes de bajar. Las cabinas son sólo de 4 personas y al bajar íbamos solos. Recomendable. Horario: 9 a 18. Precio ida y vuelta 19 €.




Después del teleférico nos pusimos a buscar el lago, para hacer el paseito en barca, antes de subir nos pusimos crema solar, pero aún así a esas horas y más en la barquita pegaba que no veas. Nos chocó que primero se subía en la barca y luego se pagaba, estuvimos 30 minutos (9 €), tiempo suficiente para dar vueltas, hacer fotos, admirar el paisaje y tostarse, menos mal que la brisa era fresquita. También fue gracioso descubrir que esas barquitas no tienen marcha atrás, solo tienen 1ª y 2ª. Nos encantó el paseo, algo caluroso pero muy bonito, y bueno siempre será nuestra primera experiencia en barquita eléctrica.


Seguimos carretera y al poco paramos en el primer sitio que encontramos a comer, Alfredo se pidió carne de ciervo estofada, y yo mi primer wienerschnitzel (es carne empanada, que suele ser cerdo), con su salsa de arándanos; estaba todo buenísimo y decidimos felicitar a la camarera. Buscamos la frase en el diccionario pero como para nosotros era impronunciable, le señalamos la frase del diccionario para que ella misma se la leyera, y le hizo mucha gracia. Fue el mejor wienerschnitzel de todo el viaje.


El próximo destino era Hallstatt y teníamos unos 45 minutos de viaje, la intención era aparcar en el parking del túnel, pero como vimos que ponía 0 plazas, decidimos llegar a la casa que estaba al salir del túnel.

HALLSTATT

Localizamos la casa rápidamente, nos recibió el Sr. de la casa que era muy amable, no nos pidió DNI ni nada, nos enseñó la casa informándonos de los horarios del restaurante y del desayuno, nos acompañó a la habitación, nos dio la llave y ya se despidió. Entonces nos percatamos que sólo teníamos una llave para entrar por la puerta de la calle, y para entrar en la habitación. En este momento nos chocó mucho esa confianza de una llave para todo, pero luego descubrimos que allí es lo normal, en todas las casas nos dieron una llave para la puerta de la calle y la misma para la habitación.

Bajamos al coche a por las cosas y ya en la habitación comenzó a llover, aunque no era de extrañar, porque antes hacía demasiado sol; decidimos esperar un poco a ver si paraba, momento que aprovechamos para conectarnos a internet, desde el ordenador que había en la planta baja a disposición de los clientes.

Paró de llover pronto, así que salimos rápidamente directos hacia la Beinhaus (la iglesia de los cráneos pintados), no queríamos perder mucho tiempo por el camino por si nos cerraban la iglesia, pero no pudimos renunciar a alguna pequeña parada para hacer las primeras fotos del pueblo, que no se sí será el más bonito junto a un lago como dice la UNESCO, pero es muy bonito.




Es curioso que haya casas que su puerta se encuentra prácticamente en el cementerio. Los cráneos se encuentran en una pequeña capilla a la que se accede desde el cementerio de la iglesia católica. Yo soy poco de cementerios, pero este me pareció muy bonito al lado del lago. Nos costó un poco de encontrar porque cerca estaban de obras y era un poco lioso. Horario: 10 a 18. Entrada: 1’5 €.

Para el que le pueda interesar la historia de los cráneos pintados, según he encontrado por internet: Esto era una tradición de Europa Central hasta el siglo XVIII, la cual consistía en que las tumbas eran arrendadas por poco tiempo (10 años en el caso de Hallstatt) y pasado dicho periodo los familiares o volvían a arrendar la tumba o se reutilizaba; por lo que se exhumaban los restos y eran llevados a este osario. Desde el siglo XVIII se empezó a limpiar los cráneos y a escribir el nombre, la fecha de la muerte y dibujos varios. Hoy en día solo se práctica si se es habitante de Hallstatt y se deja por escrito en el testamento. El último cráneo fue colocado en el 2004.

Luego paseamos tranquilamente por el pueblo haciendo fotos, y volvimos al hotel para tomarnos una cervecita en su terraza.



Subimos a la habitación, pero a las 8’30 ya estábamos en la calle para cenar. El centro, que estaba a 10 minutos paseando de la casa, estaba desierto, en una pizzería que entramos primero nos dijeron que si se podía cenar y cuando nos sentamos nos dijeron que la cocina estaba cerrada.

Así que volvimos sobre nuestros pasos a una terraza que acabábamos de ver, y cenamos unos perritos con unas cervezas (tampoco había mucha hambre); tampoco estuvo mal, con vistas al lago y viendo anochecer.

Unas pocas fotos nocturnas, aunque había muy poca luz, y poco más de las 10 al hotel. La tranquilidad a esas horas es absoluta y que fresquito tan bueno. Tras este paseo tan agradable por la tranquilidad y la tenue luz, volvimos al hotel.

Día 6: Hallstatt

Ruta: Gosausee (44 km)

El día amaneció nublado. Elegimos primero el paseo en la barquita, no fuera que luego el día empeorara. El Dachstein, que es la montaña que está al lado, también se veía arriba nublado.

El paseo estuvo bien, pero hubiera sido más bonito con sol, porque al ser un valle tan cerrado, quedaba algo oscuro, también nos quedamos sin una buena panorámica porque habían un par de grúas que afeaban mucho la típica foto de postal. El paseo en barco fue también de 30 minutos y nos costó 10 €.

Y como el tiempo seguía igual, el siguiente destino fueron las minas de sal, que era algo que teníamos en duda.

Había que abrigarse, ya que la temperatura en su interior es entre  8º y 10º, así que pasamos por nuestra casa (que nos pillaba de camino) y cogimos los forros.

SALZWELTEN [MINA DE SAL]

Se llega en funicular y luego hay un pequeño paseo de unos 15 minutos. Horario funicular: 9 a 18. Horario mina: 9’30 a 16’30. Precio ida y vuelta funicular Salzbergbahn y entrada mina: 22 €, llevábamos unos pequeños descuentos de 2 € cada uno.


Antes de entrar pasas primero por un vestuario, donde te dan una chaqueta y un pantalón de una tela fuerte; llevábamos puesto el forro, el chubasquero y la chaqueta que nos dieron, todo puesto encima. No nos enteramos mucho de la visita pero fue bastante divertida, ya que hay 2 toboganes y se acaba en un trenecito. No era de nuestras preferencias pero el día no acompañaba. La visita total duró casi 2 horas.

Al salir de la mina llovía bastante, esperamos un poco, pero como no paraba decidimos bajar de vuelta al funicular, el paseo que al ir fueron 15 minutos cuesta arriba, ahora cuesta abajo y lloviendo, no llegaría ni a 10. Nos mojamos un poco, ya que aunque llevábamos chubasquero, como no llevábamos mochila, pues tampoco llevábamos paraguas.

Pasamos por la casa a por los paraguas, y sin entretenernos directos a comer a un sitio cerquita, y luego al súper a comprarnos pan, fiambre, y bebidas para cenar en la habitación, y así evitar los problemas de ayer con las horas.

Luego ya volvimos a la habitación y como no íbamos a salir en un rato, nos secamos y esperamos que lloviera menos. Sobre las 4’30 volvió a salir el sol así que sin perder tiempo fuimos hacia Gosausse, que nos pillaba a 15 minutos. El día había despejado mucho, y nos hubiera gustado ir al Dachstein, pero cerraba en 1 hora, y no daba tiempo.

GOSAUSEE

Fue la gran recomendación de un amigo, sino quizá nos lo hubiésemos saltado. Es un pequeño lago pero de un gran encanto, rodeado de verde e incluso en verano con nieve en las cumbres; es una preciosidad, porque de un vistazo se divisa todo el lago. El paseo alrededor del lago dura aproximadamente 1 hora. Aquí aunque había gente paseando, la tranquilidad y el silencio eran espectaculares, creo que fue uno de los mejores paseo que dimos; además la gente muy amistosa te saludaba y todo.



Creo que fue el lago que más me gustó de todo el viaje; aunque eso a veces también depende un poco de la luz que uno se encuentre.


Después del paseo, y sentarnos un rato para admirar tan bello paisaje con el Dachstein al fondo, decidimos volver a Hallstatt. De camino a la casa, el panel de control del coche nos marcó algo.

Fuimos directos a la casa, lo primero que hicimos fue ir al ordenador de la casa a traducir el mensaje, que era que le añadiéramos 1 litro de aceite, pero como eran las 8 de la tarde, lo dejamos para mañana. Y lo siguiente que hicimos fue llamar a un amigo mecánico para comentarle lo del aceite, y nos dijo que grave no era, ya que sino hubiera salido el aviso de la luz roja, pero que tendría algo bajo el nivel de aceite y al movernos por montañas, seguramente iría saltando el aviso continuamente, así que lo mejor era ponerle el litro y olvidarnos.

Nos quedamos en la casa, Hallstatt ya la habíamos visto de sobra la tarde anterior, y además estaba más nublado que ayer, y tampoco hacía falta salir a cenar. Así que nos quedamos en la habitación, cenita, un poco de tele y a dormir.