Día 13: Innsbruck

Ruta: Innsbruck (54 km)

A las 8’30 ya estábamos en marcha, en este viaje lo que hicimos para no cargar con la maleta grande y así recoger rápidamente, fue que solo bajábamos la maleta pequeña con el ordenador, cargadores, pijamas, etc., y una mochila con las bolsas de aseo y algo de ropa; y si necesitábamos algo, pues como el coche estaba siempre cerca, no había problema. La verdad es que así el tema de recoger es muy rápido.

Como estamos a poco más de media hora de Innsbruck, a las 9’30 ya habíamos aparcado y estábamos en la Oficina de Turismo. El hotel no tenía parking, pero tenía uno concertado, como antes de ir ya lo habíamos averiguado, al llegar ya dejamos el coche allí.

A la Oficina de Turismo, fuimos a comprarnos la InnsbruckCard (24 horas, 25 €), la chica que nos atendió fue la mar de desagradable, hubo hasta que pedirle el folleto de la tarjeta con los horarios y las cosas que incluye; que ya nos lo sabíamos, pero también lo habíamos pagado. Informar que la tarjeta incluye gratis los transportes y prácticamente todo lo visitable.

Decidimos empezar el día por lo que pillaba más alejado del centro de la ciudad.

BERGISEL SPRUNGSTADION

Para llegar cogimos el Tranvía 1, lo que pasa es que aunque la parada lleva el nombre de Bergisel, te deja a 10-15 minutos y luego además es cuesta arriba.

El estadio del trampolín de saltos, es el nuevo símbolo de la ciudad que se encuentra a 50 m. de altitud, con plataforma panorámica. Tiene un restaurante panorámico, con muy buenas vistas y unos precios bastante aceptables.

El trampolín de saltos no es que sea gran cosa, pero a gente como nosotros de secano nos resulta curioso, y además pillamos a un par de chicos entrenando. Primero se sube con un ascensor inclinado y luego con otro ascensor. Tiene muy buenas vistas, porque se divisa toda la ciudad con sus montañas al fondo. Gratis con InnsbruckCard. Horario: 9 a 18.


SCHOLSS AMBRAS

Aunque no lo teníamos previsto, como íbamos bien de tiempo, y quedaba cerca, decidimos hacerle una vista aunque fuera rápida; también nos decidimos porque el bus turístico pasaba en breve y era la mejor forma de llegar al castillo.

El Castillo en sí por fuera está bien, se puede entrar al jardín y al restaurante sin entrar al castillo, luego lo que es el interior no nos gustó mucho (después del Castillo de Trazberg este no tiene ni punto de comparación), así que acabamos pronto. Gratis con InnsbruckCard. Horario: 10 a 17.


Volvimos al centro con el bus turístico, que le cuesta casi 20 minutos llegar al centro. Decir que de bus turístico tiene poco, porque es un microbús que lleva sus cascos en varios idiomas, pero apenas explica nada, si se piensa hacer uso de él, hay que mirar bien los horarios, porque son cada 40 minutos. Está bien para usar como transporte entre los sitios turísticos si te acopla el horario, pero como autobús turístico es muy flojo. También va incluido con la InnsbruckCard.

INNSBRUKER NORDKETTENBAHNEN

Como el bus turístico nos dejó cerca y también nos salía gratis, subimos al funicular para tener otra vista de la ciudad. Decir que este funicular y teleférico, está divido en 3 secciones y la tarjeta InnsbruckCard solo incluye gratis la sección 1ª. Tiene buenas vistas, aunque yo me quedo con las de Bergisel. Duración trayecto 8 minutos. Paradas: Löwenhaus y Alpenzoo. Frecuencia 15 minutos. Horario: 7 a 19’30.

Después de esto, el calor ya apretaba y había hambre, así que comimos en una pizzería de la calle principal, nos costó 23 € un par de pizzas y un par de refrescos, y me pareció un precio bastante normal teniendo en cuenta que estas en la calle principal y estás viendo el Tejadillo que es la gran atracción de la ciudad.

Como la ciudad estaba bastante llena y hacía bastante calor, fuimos a varios sitios de interior (todos incluidos en la InnsbruckCard) como el Museo del Tejadillo [Museum Goldenes Dachl], que es bastante malo.



Después el Palacio Imperial [Kaiserliche Hofburg] que estaba de reformas y solo tenía de interesante una sala, el resto del palacio como por ejemplo habitaciones imperiales estaban de reformas.

Luego la Catedral y el Museo de arte popular tirolés [Tiroler Volkskunstmuseum].

Todo esto es prescindible, pero si tienes la InnsbruckCard y pasas todo el día en la ciudad, pues hay que verlo.

Mientras estábamos en el museo, se había nublado y habían caído unas gotas, con lo cual al salir a la calle, hacía un bochorno considerable, así que antes de continuar con lo poco que nos quedaba, hicimos una parada técnica para tomarnos un refresquito.

STADTTURM

Es la Torre de la ciudad, desde arriba hay buenas vistas de la ciudad y las montañas que la rodean. Lo más raro es que tiene un horario más amplio que el resto de museos, ya que todo cierra a las 5 o las 6 de la tarde. Gratis con InnsbruckCard. Horario: 10 a 20.

Tras esto, fuimos al parking a por las cosas y al hotel para hacer el check-in. La habitación nos pareció algo pequeña y hacía bastante calor así que pusimos el aire. Por lo menos teníamos internet gratuito, descansamos un rato, y tras duchamos volvimos a la calle como nuevos.

A esas horas la temperatura ya había cambiado y se notaba otra sensación algo más fresquita, también estaba mucho más tranquilo, muchos turistas ya no estaban.



Dimos un tranquilo paseo por el río y por otra de sus calles principales, Maria-Theresien-Straße, donde está la famosa Columna de Santa Ana [Annasäule] que sale en todas las típicas fotos, pero la zona estaba de obras y nosotros nos quedamos sin la foto; la estaban haciendo peatonal. Llegamos hasta el Arco de Triunfo [Trimphpforte], y después ya empezamos a buscar un sitio para cenar, también por la calle principal.

Después vuelta al hotel, un poco de tele y a dormir.


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